Una casa sobre la base de contenedores marítimos
Una casa sobre la base de contenedores marítimos
Un diseño original y nunca antes visto era lo que Claudie Debreuil de Mirabel buscaba para proyectar la casa de sus sueños. La mujer canadiense construyó más que una casa. Ella edificó una mansión sobre la base de cuatro contenedores marítimos de metal.
Hacer su sueño realidad fue una ardua labor, pues cuatro empresas rechazaron transportar, manejar y cortar los contenedores siguiendo las direcciones de la curiosa canadiense. Tiempo después, gracias a su perseverancia, una empresa aceptó desarrollar el singular proyecto.
Comprar los contenedores fue la acción más sencilla de la obra, alrededor de seis empresas estaban a disposición para la venta de los elementos metálicos, los cuales son valorizados entre 2.600 dólares y 3.000 dólares.
Tras dos semanas de hacer el pedido, los contenedores estaban listos en el terreno y en un solo día el equipo de construcción fabricó el esqueleto de la casa, para luego ser cubiertos en el exterior con madera de pino.
Por dentro, unas paredes fueron cubiertas de pintura blanca, que da la sensación de espacios amplios; otras se vistieron de ladrillo, mientras que unas cuantas fueron envueltas en madera. También los colores originales de los contenedores están presentes en la primera planta.
Las ventanas grandes y con estilo panorámico regalan un efecto visual de espacio en las habitaciones; en el interior, la escalera de caracol es una pieza especial y representativa. El piso de cemento pulido es de gran atractivo y una gran ventaja para la limpieza, además de que cuenta con sistema de calefacción de agua y glicol.
Dentro de la residencia se hallan dos dormitorios, el principal tiene un estilo bohemio, completamente abierto y compartido con el cuarto de baño y un armario espacioso tipo walk-in; el otro, cuenta con su cuarto de baño contiguo.
La terraza está ubicada en la planta de arriba, posee un balcón de cedro, una ducha y una cubierta totalmente ecológica, con la posibilidad de crear un techo verde en toda la segunda planta; sin duda un exterior de lujo.
Un espacio ideal para los invitados es la cocina, equipada con una estufa eléctrica, un refrigerador y un extractor de humo, con un sofá que lo transforma en el punto de reuniones pasajeras. Los armarios tienen tecnología Blum, que los convierten en amortiguadores; otros espacios poseen papelera de reciclaje, drenajes de lujo y cañerías de lujo.
Dubreuil invirtió cerca de 377.000 dólares en la creación de su casa ideal, monto que contiene los gastos tanto de mano de mano de obra como de materiales.