Torre Eiffel: 127 años de ser el símbolo eterno de Francia
127 años de ser el símbolo eterno de Francia
La Torre Eiffel es el símbolo eterno de París y parada clásica e indiscutible en una travesía europea. Fue ideada en 1887 por el ingeniero Gustave Eiffel (de ahí se deriva su nombre) y tardó dos años, dos meses y cinco días en edificarse hasta que abrió sus puertas el 6 de mayo de 1889.
Durante el proceso de construcción, se utilizó hierro pudelado (un material más viscoso que el hierro y de composición similar a la del acero) y un tercio de ella se pre armó en un taller; el resto se ensambló después.
Fue el edificio más alto del mundo por 40 años, con 300 metros pero fue superada por el edificio Chrysler en Nueva York en 1930. La torre siguió siendo propiedad de Eiffel por 20 años hasta que se la adjudicó la capital francesa.
Curiosidades. Como gran referente de la historia arquitectónica universal, este emblemático edificio está lleno de curiosidades que quizá muchos desconocen.
Sigue siendo el edificio más alto de París y el quinto en toda Francia; si se suma la antena en su cúspide suma 324 metros, superando de nuevo al edificio Chrysler. No siempre es del mismo tamaño, en verano es 18 centímetros más alta debido a la expansión térmica del metal.
Su inauguración se efectuó en el marco de la Exposición Universal, y 20 años después sería destruida; no existían motivos para dejarla de manera permanente; sin embargo, en 1900 la Armada Francesa colocó la ya mencionada antena con fines comunicativos. Durante la ocupación nazi (1940-1944) se usó para difundir la televisión alemana.
Gustave Eiffel fue rechazado por otras ciudades europeas para construir tal artificio que se consideraba incoherente con el resto de la arquitectura de aquel entonces. Paradójicamente, hoy día tiene más replicas que cualquier otra construcción -17 en total- en distintos continentes. En las Vegas se encuentra la más grande (165 metros) y la de Michigan, la más pequeña (3 metros).
A sus faldas llegan 6 millones y medio de turistas anuales y cada cinco años cambia de color. Se necesitan 50 toneladas de pintura para evitar la corrosión y son sus visitantes quienes deciden su nueva tonalidad a través de una votación en el primer piso.
Son 127 años que lleva la Torre Eiffel vigilando la bella y soñada ciudad de París; 127 años generando sueños entre viajeros, contemplando a los amantes y las barcas que cruzan el río Sena; sin duda, es el símbolo más arraigado de Francia y uno de los más alegóricos en la cultura occidental.
