Obras de conservación en la Plaza de la Cultura
Plaza de la Cultura: un hito de la arquitectura costarricense se renueva
A partir del lunes 4 de abril del 2016, la Plaza de la Cultura será sometida a un amplio trabajo de conservación y mantenimiento, a lo cual se suma la incorporación de más recursos para la accesibilidad urbana.
El proyecto, que contribuye al rescate del Centro Histórico de la ciudad de San José y al desarrollo del Paseo de los Museos, tiene como finalidad facilitar el disfrute ciudadano de este espacio, así como la conservación de la plaza, del edificio subterráneo que cubre y de las colecciones patrimoniales que se albergan.
Una de las obras más importantes del proyecto consiste en la colocación de nuevos sistemas de impermeabilización y de canalización de aguas pluviales que evitarán las filtraciones e inundaciones de agua y sus efectos en la estructura del edificio. Para esto, se aplicarán múltiples capas de materiales de efectividad comprobada y garantía prolongada que permitirán a la Plaza de la Cultura proteger el patrimonio que resguarda, y dar mayor seguridad a quienes la recorren o visitan los museos.
Sumado a esas mejoras de índole estructural, en su superficie la plaza tendrá tres nuevas rampas para lograr la accesibilidad desde sus diferentes niveles, una mejor iluminación en los espacios de reunión y paso, y señalización para personas no videntes en la acera y en las áreas de transición con el fin de ingresar a las rampas peatonales.
El embellecimiento de la ciudad también llegará de la mano con este proyecto, ya que las mejoras incluyen el cambio total de la superficie por un pavimento de alta calidad, cuya modulación se asemeja a la del diseño original para los aproximadamente 4.000 m2 de la plaza. Aunado a esto, se instalará una nueva fuente de agua que será transitable y con iluminación nocturna, lo que significará una Plaza de la Cultura más agradable para la recreación.
El proyecto fue adjudicado, mediante licitación pública, a un consorcio costarricense conformado por las empresas GCI Ingeniería S.A., Constructora Gonzalo Delgado S.A. y Consultora Salper S. A., y significará una inversión aproximada de EUA$ 3 millones (EUA$762/m2). Las obras cuentan con todos los permisos para su desarrollo y el presupuesto de inversión aprobado con el referendo de la Contraloría General de la República.
El tiempo estimado de los trabajos será de ocho meses, período durante el cual los Museos del Banco Central permanecerán abiertos al público en el horario habitual y con una amplia programación de exhibiciones en las áreas de arqueología, numismática y artes visuales.
Proyecto impostergable
Considerado un hito de la arquitectura costarricense y reconocido como uno de los mejores del siglo XX en el Atlas de la Arquitectura Mundial, el edificio de los Museos –que tiene más de 30 años de construido–con el tiempo ha estado expuesto al deterioro natural causado por el estancamiento y la filtración del agua que llega desde la Plaza de la Cultura.
Estas filtraciones de agua hacia el interior del edificio son solo uno de los problemas actuales, ya que los estudios de los expertos también han hallado problemas relacionados con la presencia de sales minerales y muestras de corrosión en los diferentes elementos estructurales que componen la cubierta del edificio de los Museos del Banco Central.
Esa situación pone en riesgo la conservación óptima del edificio, valorado en ¢6.350 millones, de acuerdo con el último avalúo hecho en el 2014, y de las colecciones patrimoniales de arqueología, numismática y arte con un valor histórico y cultural incalculable.
“El pavimento actual de la Plaza de la Cultura es altamente poroso y permeable, condición que permite la filtración de agua de lluvia; cuyas manifestaciones se pueden observar a simple vista en diferentes sectores de la edificación”, explicó el arquitecto Rafael Marín, funcionario del Banco Central que integra el equipo que ha llevado a cabo el planeamiento y ejecución del proyecto.
El arquitecto agregó que “la humedad que ingresa al edificio de los Museos favorece la aparición de un efecto químico que se define como “carbonatación del concreto”, el cual produce la corrosión del acero y, de no ser tratado oportunamente, puede concluir en la degradación de la losa de concreto reforzado que constituye la cubierta del edificio”.
Es importante recalcar que el mejoramiento de la plaza respeta los principios del diseño original creado por los arquitectos Edgar Vargas (qdDg), Jorge Borbón y Jorge Bertheau.