Bambú: elemento ancestral sostenible
Bambú: elemento ancestral sostenible
Una extraordinaria capacidad estructural invade a uno de los mejores materiales para crear arquitectura sostenible: el bambú. A pesar de ser un elemento que lucha contra su olvido como material de construcción, es el mejor sustituto de la madera y; además, se le denomina el “acero vegetal”. Comúnmente es subestimado; sin embargo, las tendencias rigen y el bambú está de moda. El reconocimiento difundido por los diseñadores y arquitectos ha posicionado al bambú como una opción ecológica.
Esto permite que se fomente el empleo de este en sectores de diseño y decoración. Existen 1.450 especies de bambú en el mundo; los cuales son ligeros, huecos, estrechos, curvos y flexibles. Esta última característica hace que sea ideal para los terrenos propensos a terremotos, pues se dobla y se flexiona mucho antes de que se rompa. Como demostración de que es sumamente versátil, el bambú crece en la mayoría de los continentes del mundo y se nutre de lluvia y de agua de manantial, mientras que su uso va innovando conforme a la tecnología y a los materiales complementarios. Su capacidad de supervivencia y su velocidad de crecimiento de hasta 12 metros en cuatro años, lo convierten en la madera de moda.
El bambú satisface completamente a las construcciones que requieren de baja capacidad de almacenamiento térmico y de ventilación cruzada. El bambú brinda un ambiente libre de humedad, pero es necesario que una mano de obra especializada trabaje en él; sin embargo, dentro de sus desventajas es un material que tiene baja resistencia a huracanes y al fuego. La arquitectura de la actualidad crea nuevos horizontes, enfrenta tabúes sobre la naturaleza y el tamaño de los materiales y hasta el concepto mismo de la edificación..