Santa Ana Country Club contribuirá a generar conectividad de fauna local
- Más de 600 árboles de 50 especies nativas se plantarán como parte de su programa de reforestación.
- Conteo de aves anual se utilizará como indicador del avance del ecosistema, y a su vez promoverá el respeto y protección de la naturaleza, mediante la observación de aves.
Santa Ana Country Club inició este año, su programa de reforestación denominado CEIBA. Aún en pequeña dimensión, a mediano plazo, se espera generar conectividad de fauna local entre parches boscosos hacia los cerros de Escazú, al crear nuevas fuentes de alimentos y sitios para la reproducción. Aves, ardillas, murciélagos e incluso otros animales como osos perezosos podrían beneficiarse. Además, el club será un banco de germoplasma en estado natural – árboles que producen semillas.
Aves, termómetro del progreso
El incremento en las especies de aves, será un indicador del avance del ecosistema en Santa Ana Country Club, zona bajo la influencia del Pacífico Central y Pacífico Norte. Para ello, luego de un muestreo base entre agosto y setiembre del presente año, se realizará uno mensual hasta diciembre. Previo a la apertura del club, se hará un nuevo conteo en diciembre del 2018, y así una vez al año. A la fecha, se detectaron 48 especies. Se destacan la vireo cabecigrís o reinita amarilla, por ser migratorias. También algunas poco comunes en el Valle Central, entre ellas, cuclillo sabanero, colibrí pochotero, sabanero cabecilistado y picogrueso azul. Se avistaron otras ejemplares de elanio coliblanco, gavilán gris, gavilán colicorto, de interés para los pajareros.
Las aves favorecen el control de plagas de forma natural, al alimentarse de insectos que podrían ser dañinos para la población. Otras especies ayudan a dispersar frutas y favorecen la regeneración de espacios verdes en el casco urbano. Gracias a este proyecto de reforestación, el club será un lugar para que las aves tengan donde alimentarse y anidar. “En especial, para que aquellas que migran de noche, puedan descansar y reabastecerse, a veces hasta durante dos días. Una vez exista cobertura vegetal más extensa, el programa CEIBA podría atraer aves como el perico frentinaranja, tucancillo piquianaranjado, endémica de Costa Rica y Panamá o la urraca copeton, explicó el biólogo Daniel Martínez. Para Cruz, la experiencia en Santa Ana Country Club será estética y ambientalmente enriquecedora. “Quienes nos visiten se llevarán un mensaje positivo. Vamos a crear un programa para fomentar el avistamiento y que los niños, jóvenes y adultos se enamoren y protejan aún más, la comunidad viva del club”, concluyó. |
La plantación de más de 600 árboles de especies nativas en los jardines, senderos y zonas boscosas del club, apunta a una regeneración paulatina en su terreno, usando como modelo la zona de vida bosque húmedo premontano (BHP), uno de los más alterados y reducidos en Costa Rica. Se rehabilitarán siete hectáreas de las ocho que conforman el proyecto, el único club que incluye criterios de sostenibilidad desde la etapa de diseño y edificación.
Si bien, en el club existen dos árboles Ceibas de 50 años o más y de al menos 30 mts de alto, el terreno actual está cubierto por pastos y plantas invasoras muy agresivas, introducidas previamente para ganadería, mientras que el BHP es un valioso reservorio para la conservación de la biodiversidad nacional. Expertos señalan que este ecosistema representa tan sólo 1.75% (9000 ha) de su cobertura original y existe una tendencia hacia su fragmentación (Alfredo Cascante M. y Armando Estrada Ch. Rev. Biol. Trop., 49(1): 213-225, 2001). Este comportamiento y la continua reducción de los bosques por deforestación constituyen amenazas contra la integridad de los ecosistemas.
Aparte de la belleza escénica, los bosques generan otros beneficios. Ayudan en la purificación del aire, regulan la temperatura por las copas de los árboles -hasta en 6 grados de diferencia, son barreras naturales contra el ruido y polvo. Además previenen la erosión de los suelos.
Armando Soto, botánico a cargo de CEIBA señaló que iniciativas como la de Santa Ana Country Club son clave para el país. “Hay esfuerzos públicos como las áreas silvestres protegidas, que ya ocupan 25% del territorio nacional, pero la mayoría de la población está en las áreas urbanas. Por eso, el aporte de las empresas toma importancia: es donde está la gente y dónde más se necesita”, acotó.
Por su parte, Laura Cruz, gerente de sostenibilidad de Garnier & Garnier Desarrollos Inmobiliarios, socio desarrollador del proyecto, reiteró el compromiso del club en proveer espacios para la calidad de vida al invertir en el programa CEIBA, con una primera inversión que supera los $ 40.000. “Desde la concepción de Santa Ana Country Club, se pensó como un oasis para las personas y una especie de santuario para la naturaleza. Así, nuestra filosofía de sostenibilidad apoya la visión de compartir bienestar con nuestros socios y más allá, aportar a la sociedad costarricense”, afirmó.
Reforestación de especies nativas. El proyecto CEIBA se desarrollará por etapas, durante dos años, liderado por un equipo interdisciplinario de ingenieros forestales y biólogos ornitólogos, en un trabajo conjunto con Green Plan. De setiembre a octubre del 2017, se dará la primera fase, con la siembra de 202 árboles, entre los que destacan las especies Capulín, Dama, Targuá y Guitite, de alto valor para atraer fauna local. En el 2018, se continuará, sujeto a la construcción, para no afectar el crecimiento de los árboles.
Previo a la siembra, se marcaron brinzales o árboles pequeños de regeneración natural, para aprovecharlos en la cobertura y mejorar la riqueza del sitio. Ya en la plantación se define un patrón de siembra que permite manejar una densidad alta y lograr cobertura en menor tiempo, introduciendo especies que armonicen en función de su tronco, color y vistosidad de sus flores y frutos, así como follaje deciduo o no, y atractivo.
“Pensamos en varios paisajes. La intervención inmediata se realiza con árboles de 2,5 metros en áreas de mediana densidad y de 1 metro en los suelos difíciles. Esperamos que en cinco años alcancen 6 metros, para que en 15 o 20 años, el escenario sea el de un bosque húmedo premontano, una zona de vida con paisaje cambiante. Ese es nuestro reto”, enfatizó Soto.
CEIBA utilizó como base el “Reglamento para la Arborización y Recuperación Ambiental de los Espacios Públicos (aceras y parques comunales) y Áreas Degradadas en el cantón de Santa Ana”. “Buscamos la restauración ecológica que permita la interconexión mediante corredores naturales y urbanos a favor de la fauna. El reglamento municipal pretende ser una guía estratégica que orienta a los ciudadanos para asumir la responsabilidad socio-ambiental colectiva para el disfrute paisajístico entre lo urbano y lo natural. Desde otra óptica, es rescatar la herencia cultural de cantón verde, a beneficio de la naturaleza y la comunidad”, destacó el Ing. Helmut Johnson, gestor ambiental del Municipio.
Santa Ana Country Club abrirá sus puertas a finales del 2018. Bajo la filosofía de sostenibilidad de Garnier & Garnier Desarrollos Inmobiliarios, el club preservará 90% del terreno para el disfrute de la naturaleza, deporte, esparcimiento y relajación. A la fecha, se han vendido más de 600 acciones, inversión asegurada, para respaldo de los accionistas, bajo la figura de un fideicomiso con Scotiabank.
Acerca de Santa Ana Country Club. Club social y deportivo concebido como un centro de soluciones enfocado en el bienestar de quienes lo visitan y en la protección del ambiente. Santa Ana Country Club será un lugar para compartir con amigos y familiares, saborear una variada gastronomía, estudiar, trabajar o simplemente relajarse. Cuenta con una ubicación estratégica, a un costado de la Ruta 27, frente al Residencial Villa Real en Santa Ana. Es el único club que incluye criterios de sostenibilidad desde la etapa de edificación. De sus ocho hectáreas, se preservarán siete para el disfrute de la naturaleza, deporte, esparcimiento y relajación. Ofrecerá 2,5 km de senderos para caminar correr o andar en bicicleta, así como tres piscinas y canchas de tenis, de raquetbol/squash, fútbol 5 y voleibol de arena. Además contará con un gimnasio, un yoga deck y área para pilates y masajes. Su nuevo showroom se ubica en el local 25 de City Place, Santa Ana.