Restauración del Liceo de Costa Rica: Un paseo por su historia
El Liceo de Costa Rica es todo un ícono de la cultura josefina y de la historia del país, pero el paso de los años y su deterioro se convirtieron en toda una amenaza, por lo que la firma OPB Arquitectos donó sus servicios para emprender una necesaria restauración, la cual se caracterizó por no querer ser una réplica de la obra original y por el contrario, evita un engaño visual por medio de contrastes en las distintas áreas intervenidas como si se tratase de un paseo através de su historia.
El trabajo restaurativo se dio en áreas como: los pabellones de aulas, comedor principal, edificio administrativo, gimnasio y sector de la piscina. También se trataron los edificios declarados Patrimoniales como lo son: La Casa del Director, el edificio Patrimonial Este, el edificio Patrimonial Oeste y áreas externas como el boulevard.
Martín Torres, Director de la Institución explique que este complejo data del año 1887 y que en un principio iba a funcionar como centro penal, sin embargo se tuvo la visión de convertirlo en un centro educativo. No obstante el alto tránsito y la cantidad de estudiantes que han pasado por el, provocaron un gran desgaste estructural.
El Arquitecto Gian Pietro Briancesco de la firma OPB, fue uno de los profesionales que estuvo a cargo del proceso de la consultoría para la restauración e intervención de los edificios, trabajo en el que también participó el equipo del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC).
Briancesco explica que en un principio se debió plantear una restauración total de los edificios, ya que el estado de conservación de las edificaciones era deficiente, también se debieron restaurar todos los elementos existentes como por ejemplo los pisos y que en el caso de los mosaicos se debieron fabricar replicas similares en cuanto a diseño y color.
Los pisos de madera también debieron restaurarse en algunos sectores y en otros se debió sustituir completamente para aumentar su vida útil, sumado a ello; en varias de las aulas se debió acondicionar un “piso sordo”, lo cual básicamente es rellenar los vacíos debajo de piso con lastre compactado para posteriormente instalar los cardenillos y el piso de madera.
“La restauración incluyo paredes, cielos, puertas, ventadas y todo elemento que estuviera en mal estado. A nivel externo se restauró la pedrería y la textura del almohadillado propio del diseño aplicado en las edificaciones. Uno de los retos fue hacer evidente la inclusión de elementos que no son parte de la edificación original, como la sustitución de los enchapes de piedra originales con piedra similar pero con tonos contrastantes, o bien; cerramientos de vidrio en construcciones nuevas con una marcada diferencia intencional en cuanto al estilo arquitectónico para no generar un falso histórico sino más bien representando las diferentes intervenciones que ha tenido la edificación marcado la época de cada una”, aseguró Briancesco.
Por la seguridad del estudiantado usuario de las edificaciones y el personal docente, en los edificios patrimoniales debieron reforzarse elementos estructurales tales como muros y columnas, así como la estructura de las cubiertas existentes y cerchas. Las cubiertas debieron reemplazarse en su totalidad.
Otro de los temas más complejos fue el cumplimiento de la legislación vigente, ya que se debió plantear y ejecutar la restauración en función de los ajustes propios para cumplir con las normativas vigentes aplicando el nuevo código eléctrico y código sísmico, así como cumplir con lo solicitado por el departamento de Bomberos y el Ministerio de Salud en temas relacionados con protecciones, seguridad y accesibilidad de personas con discapacidad (Ley 7600).
Finalmente se construyeron áreas tales como el edificio administrativo, la soda frente a la Casa del Director, caseta de vigilancia, etc. Cuyos diseños son claramente contrastantes con el estilo original de los edificios patrimoniales para marcar época de cada edificación.
“Mi experiencia personal fue muy enriquecedora como profesional, dado que se intervinieron edificios de más de 100 años de antigüedad y el reto principal fue culminar la restauración de las edificaciones patrimoniales apegados el concepto del diseño original y siguiendo los principios y lineamientos de restauración y conservación de edificaciones patrimoniales tales como la Carta de Venecia”, concluye el Arquitecto Gian Pietro Briancesco.
Ahora el Liceo se prepara para recibir un nuevo curso lectivo, en el que su estudiantado podrá dar un viaje por la historia de esta obra patrimonial costarricense.